miércoles, 30 de junio de 2010

La tarde de los acarreados vivientes

Buargghhh!! PRIIIIIIII!!!
(no importa lo que griten los acarreados básicamente todo es la misma mierda)

Es curioso como la realidad siempre termina superando a la ficción, solo imaginen esto: una ciudad detenida a causa de que no hay transporte público, calles cerradas y una horda multicolor asolando distintos puntos de la ciudad, aquellos que sueñan con el Apocalipsis Zombie no tienen idea de lo horrible que es, bueno quizás exagero, tener zombies come sesos debe ser mejor, que tener zombie sin cerebro come basura pre-electoral.

Ayer salía a mi lugar de trabajo para darme cuenta que había cero autobuses, eso de desconcertó al principio, después tuve miedo, mucho miedo, pero cuando me di cuenta que sucedía me tranquilice puesto que recordé, el populismo que reina en esta pinché ciudad (bueno de hecho en todo el estado) y cómo la gente va acarreada vendiendo su voto (y dignidad) por agua embotellada y promesas falsas cubiertas con el logo de algún partido político.

Y esto a lo que llaman democracia es un gran circo del terror, un concurso de popularidad digno de las planillas escolares quien pretenden ganar no con trabajo o propuestas claras y directas, sino con engaños y descalificaciones, con regalos baratos, banderitas y una pseudo-unión con el pueblo. Jóvenes, niños, viejos, amas de casa etc. Todos ellos como zombies sin deseos propios, sin voluntad de pensar un poco y cuestionar lo que tienen enfrente, sin duda ellos me provocan temor, no porque tengan deseos necrófagos, cómo en las películas, sino porque esta horda es la mayoría del país, gente que no razona, no cuestiona y solo exige su satisfacción inmediata, naturalmente cualquier idiotez que los satisfaga un poco es lo máximo y así este país se quedara estancado en su propia mediocridad.

Digo por lo menos con los zombies come sesos, podría divertirme robándome un plasma 3D y una Mona Lisa (La Gioconda) o reventando cabezas zombies. Con los acarreados solo me queda un panorama muy sombrío y depresivo.

2 comentarios:

Maik Civeira dijo...

Yo también odio a los acarreados. Sería divertido irlos matando con un bate.

Omega Rodo dijo...

Y hasta eso, sería hacerles un favor jaja.